Tras aproximadamente 6 a 8 meses de funcionamiento, los resultados obtenidos han sido sumamente positivos, lo que ha llevado a la decisión de continuar con este programa innovador.
El Síndrome Confusional Agudo (SICO) es un síndrome caracterizado por la alteración aguda y fluctuante del estado mental de los pacientes durante su hospitalización. Estudios han evidenciado que muchas de las complicaciones asociadas a la hospitalización, como caídas, lesiones por presión o retiro de elementos invasivos, ocurren con mayor frecuencia en pacientes que experimentan este síndrome.
En respuesta a esta problemática, al interior del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena (HHHA), se implementó un protocolo institucional de prevención, diagnóstico oportuno y manejo inicial del síndrome confusional agudo, el cual ha estado en vigencia desde el año 2022. Además, se desarrolló un programa preventivo que adapta intervenciones exitosas implementadas en otros lugares del mundo a la realidad del establecimiento regional.
El programa preventivo tiene como objetivo identificar los factores de riesgo del síndrome confusional en cada paciente y clasificarlos en categorías de alto y bajo riesgo. Así lo explicó la Dra. Daniela Meza Benavides, jefa de la Unidad de Geriatría del HHHA y encargada del programa SICO, esto se logra mediante una encuesta realizada al ingreso del paciente al servicio. “Posteriormente, se brinda una intervención transdisciplinaria con la participación de equipos de terapia ocupacional, kinesioterapia y fonoaudiología. Asimismo, se llevaron a cabo modificaciones estructurales y ambientales en el servicio para minimizar los factores desencadenantes del síndrome”, comentó.
Intervenciones psicomotoras
El programa se enfoca en seis principales intervenciones: acceso a elementos de apoyo sensorial; movilización temprana con equipos de terapia ocupacional y kinesioterapia; orientación espacial y temporal mediante el uso de relojes, calendarios y señalizaciones; participación en actividades cognitivas como juegos de mesa, lectura, rompecabezas y actividades recreativas adaptadas a sus intereses y capacidades; comunicación clara y efectiva, alentando a los familiares a participar activamente en este apoyo; y por último, el manejo adecuado del dolor y stress emocional, que pueden ser desencadenantes del síndrome confusional.
Cada miembro del equipo de salud desempeña un papel protagónico en el programa. Desde el saludo y la orientación constante al paciente, hasta la entrega de información sobre las intervenciones a realizar, se busca mantener al paciente estimulado cognitivamente y con herramientas ambientales que le permitan orientarse y disminuir el riesgo de desorientación.
Además, se ha hecho un uso significativo de la ayuda de la familia y el retorno de las visitas al hospital. “Los familiares son una importante herramienta de acompañamiento a los pacientes, pero también de contención verbal y emocional. En casos que lo requieran, se ha logrado que los familiares permanezcan la mayor parte del día junto al paciente, recordándole su condición y la importancia de los elementos invasivos que pueden estar conectados a su cuerpo como sondas o vías vasculares”, explicó la médica.
Desde la implementación del programa piloto en el servicio de Medicina Interna, se han observado resultados positivos. Las caídas en el servicio se redujeron en un 50% y las lesiones por presión en un 54%. Además, la encargada del programa afirma que, “se ha registrado un aumento significativo en las felicitaciones y una disminución en los reclamos recibidos por el servicio. Estos indicadores demostraron la efectividad del programa y adecuaciones, en su mayoría no farmacológicas, disminuyendo el riesgo de que el síndrome confusional se presente”.
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